¡Nos vamos de museos!
Las ansiadas vacaciones de verano han llegado por fin. Es el momento perfecto para disfrutar del tiempo libre y realizar visitas y actividades aprovechando los desplazamientos a nuestros destinos de descanso vacacional.
1. MUJA – Museo Jurásico de Asturias (Colunga, Asturias)
El MUJA acoge una de las muestras más completas y didácticas del mundo sobre los dinosaurios. En sus salas, se muestra la evolución de la vida en la Tierra desde sus inicios hasta la llegada del hombre, haciendo especial hincapié en el Mesozoico o Era de los Dinosaurios y en sus tres períodos: Triásico, Jurásico y Cretácico. El museo está ubicado en la denominada ‘costa de los dinosaurios’, entre Gijón y Ribadesella, ya que se han hallado numerosos vestigios de la fauna que habitó esta zona durante la última parte del Jurásico, hace unos 150 millones de años.
Además de la interesante visita a su exposición permanente, durante el verano el museo ofrece numerosos talleres y actividades para disfrutar en familia o con un grupo de amigos.
2. Museo Automovilístico y de la Moda (Málaga)
Este museo expone el “vehículo como obra de arte”, una colección de casi un centenar de automóviles, cuyo periodo abarca desde la Belle Epoque (finales del siglo XIX), pasando por los años 20, el Art Decó, coches populares y de diseño, llegando hasta el tunning y vehículos de energías alternativas.
En su sección de Moda muestra una colección de 200 piezas de Alta Costura distribuidas en 7 exposiciones que forman “Maga Sublime Collection”. Por último, su colección de diseños de Arte Contemporáneo recoge la historia y la evolución de los artistas más innovadores.
3. Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Cartagena, Murcia)
Esta institución es la responsable de dar a conocer a los ciudadanos el patrimonio cultural subacuático, cuya definición según la Convención de 2001 de la UNESCO es:
Todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años, tales como: los sitios, estructuras, edificios, objetos y restos humanos, junto con su contexto arqueológico y natural; los buques, aeronaves, otros medios de transporte o cualquier parte de ellos, su cargamento u otro contenido, junto con su contexto arqueológico y natural; y los objetos de carácter prehistórico.
La colecciones del museo se inician en la época fenicia y llegan hasta el siglo XIX, con el cargamento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.
4. Museo de la Evolución Humana (Burgos)
Está situado en el centro de Burgos, muy próximo a la Catedral, y a tan solo 15 km de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En su interior se puede hacer un extenso recorrido por la evolución humana, tanto biológica como cultural, y se puede disfrutar con la exposición de más de 200 originales hallados en la sierra de Atapuerca, entre los que destacan los restos más significativos de Homo heilderbergensis y de Homo antecessor.
Es muy recomendable realizar la visita a los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Un viaje a nuestro más remoto pasado cuyos hallazgos paleontológicos están aportando numerosas respuestas a las eternas preguntas de quiénes somos, de dónde venimos y -quizás- hacia dónde vamos.
5. Museo del Orinal (Ciudad Rodrigo, Salamanca)
Para finalizar, también resultará interesante la visita a este museo. Sí, del orinal. Este accesorio, que nos recuerda que todos somos iguales cuando la naturaleza hace sus demandas, también tiene su museo. Todo se debe al afán coleccionista de José Mª del Arco Ortiz, natural de Ciudad Rodrigo. A lo largo de 30 años fue reuniendo, gracias a regalos, cesiones y donaciones, una colección de más de 1.300 piezas de diversas épocas y materiales y de unas 27 nacionalidades diferentes.
El Museo del Orinal es “un espacio lleno de historia, de la historia de Nobles, Caballeros y Doncellas, Monjes y Curas, Reyes y Princesas, cuyas posaderas más o menos ilustres en algún momento tuvieron que pasar por estos bellos utensilios, porque si hay algo de cierto en todo esto es que no hay ser humano que no pase por este lugar (más o menos sofisticado) a lo largo del día.”