Nuestro planeta es el hogar de multitud de diferentes organismos, tanto vegetales como animales. Cada una de esas especies es un elemento fundamental para desarrollar y mantener la vida del planeta. Sin embargo, nuestras actividades han destruido el hábitat de numerosas especies, lo que ha tenido como resultado la extinción de muchas de ellas, además de haber puesto a otras en serio peligro de desaparecer también.
¿Qué significa que una especie está “en riesgo”? ¿Cómo podemos saber si una planta o un animal está en serio peligro de desaparecer para siempre? Encontraremos las respuestas en la Lista Roja de la UICN, un sistema de clasificación que nos ayuda a entender la fragilidad de los ecosistemas. A continuación, vamos a descubrir qué significan términos como “en peligro crítico” o “vulnerable” y por qué es importante entender qué implica que una especie se incluya en esa categoría. El objetivo es que tomemos conciencia de la importancia de mantener el equilibrio de la biodiversidad y adoptemos medidas para su conservación.
¿Qué es la biodiversidad?
«La diversidad biológica se entiende como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas».
Convenio sobre la diversidad biológica (CDB, 1992)
Todas las especies juegan un papel fundamental en el funcionamiento y estabilidad de los ecosistemas. Un claro ejemplo son los insectos polinizadores, como las abejas y mariposas, cuya labor es vital para la reproducción de numerosas plantas. Sin estos insectos, muchas especies de plantas desaparecerían, lo que rompería el equilibrio del ecosistema.
La distribución de los ecosistemas en el planeta es desigual. Diferentes regiones naturales tienen ecosistemas distintos, en función de las condiciones de clima, orografía, hidrografía, vegetación. Sin embargo, comparten los peligros a los que deben hacer frente como resultado de nuestras actividades: contaminación ambiental, incendios forestales, sobreexplotación de recursos naturales, introducción de especies invasoras, cambio climático. Nuestro estilo de vida ha llevado a la desaparición de especies vegetales y animales, poniendo en riesgo nuestro propio bienestar.
¿Cómo proteger la biodiversidad?
Conocer el estado en que se encuentran los ecosistemas es el primer paso para tomar medidas, tanto a nivel individual como por parte de los gobiernos, enfocadas a conservar la biodiversidad.
Con este fin, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha desarrollado un sistema de categorías y criterios para evaluar el riesgo de extinción de las especies. Este sistema es conocido como la Lista Roja de la UICN y asigna categorías de amenaza para las especies conforme a estos criterios:

- Extinto (EX): La especie ya no existe en el planeta.
- Extinto en Estado Silvestre (EW): La especie solo sobrevive en cautiverio o en poblaciones artificiales.
- En Peligro Crítico (CR): La especie enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
- En Peligro (EN): La especie enfrenta un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.
- Vulnerable (VU): La especie enfrenta un riesgo alto de extinción en estado silvestre.
- Casi Amenazada (NT): La especie está cerca de cumplir los criterios para ser clasificada como vulnerable.
- Preocupación Menor (LC): La especie no cumple los criterios para ser clasificada en ninguna de las categorías anteriores.
¿Qué especies se han extinguido o están en peligro de extinción?
El informe Planeta Vivo 2024 de WWF revela que “en los últimos 50 años (1970-2020), el tamaño medio de las poblaciones de fauna silvestre analizadas se ha reducido en un 73 %, según las mediciones del Índice Planeta Vivo (IPV).” Un panorama verdaderamente desalentador.
Veamos a continuación una pequeña muestra de algunas especies que ya se han extinguido:

Dodo, ave no voladora de gran tamaño que habitó la Isla Mauricio (África). La caza excesiva por parte de los colonos que llegaron a la isla y la introducción de especies invasoras provocaron su extinción a finales del siglo XVII.

Tigre de Tasmania, el marsupial carnívoro de mayor tamaño descubierto en Australia. El último ejemplar murió en un zoo en 1936.

Bucardo, subespecie de cabra montés. El 6 de enero de 2000 se halló muerto el último ejemplar, una hembra, en la Faja Pelay, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Ostrero unicolor canario, ave endémica de algunas islas del archipiélago canario. Se capturó por última vez un ejemplar en 1913. Extinta desde la década de 1950 debido a la sobreexplotación de sus presas invertebradas.

Rinoceronte negro occidental, subespecie de rinoceronte negro fue catalogado como extinto en 2011. La creciente demanda ilegal de cuerno de rinoceronte y el aumento asociado de la caza furtiva se consideran causas de su desaparición .
Estos son solo algunos ejemplos, ya que la lista es muy larga. Se calcula que, hasta la fecha, se han extinguido más de 700 especies animales y alrededor de 100 especies de plantas.
Especies en peligro de extinción o en alto grado de vulnerabilidad
Si nos centramos en la Península Ibérica, hay varias especies que están catalogadas en diferentes grados de peligro de extinción. Por ejemplo:
- Desmán Ibérico (EN)
- Visón Europeo (CR)
- Lagartija de Valverde (EN)
- Águila Imperial (VU)
- Quebrantahuesos (EN)
- Urogallo Común (EN)
Aunque también hay buenas noticias. Es el caso del Lince Ibérico, que gracias a las medidas de cría, reintroducción y protección de su hábitat, ha pasado de estar ‘en peligro crítico’ (CR) a tener la categoría de ‘vulnerable’ (VU). Su supervivencia aún es frágil, debido a la pérdida de su hábitat, exposición a productos agroquímicos, incendios forestales, atropellos en carreteras, caza furtiva y otros factores.
Agenda 2030 y ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres
En 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó un plan llamado Agenda 2030, que busca mejorar la vida de las personas y proteger el planeta. Este plan tiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen acabar con la pobreza, mejorar la salud y la educación, y cuidar el medio ambiente.

Concretamente el ODS 15 es “proteger y restablecer los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, y detener la pérdida de biodiversidad.” Sin embargo, al analizar las metas del objetivo 15 vemos que no todas se han ido cumpliendo y parece una tarea difícil que, faltando 5 años para el 2030, se vayan a cumplir en su totalidad. No obstante, aún es posible seguir avanzando en la protección de la biodiversidad; merece la pena hacer el esfuerzo teniendo en cuenta que está en juego nuestra propia supervivencia.
Para saber más sobre biodiversidad…
- Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
- MITECO Banco de datos de la naturaleza
- MITECO Informe Anual 2023 sobre el estado del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en España
- FAO La biodiversidad para la alimentación y la agricultura
- Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB)
- Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
- WWF España
- WWF España Informe Planeta Vivo 2024
- Instituto Smithsonian
Excelente, como siempre.
Muchas gracias Lola.