Ubicada en Aragón, en la comarca del Sobrarbe, la ruta de las Ermitas de Tella consiste en un recorrido circular de apenas 2,300 Km y con un desnivel apenas apreciable, apto para todas las edades y condición física. El tiempo estimado para completar la ruta es de 1 hora, sin contar las paradas para visitar las ermitas de la ruta y admirar el paisaje circundante.
Ruta Ermitas de Tella
Partiendo desde Aínsa, seguimos la carretera A-138 en dirección a Bielsa durante unos 18 km. Poco después de pasar Hospital de Tella veremos el desvío a la izquierda en dirección a Tella: hay un cartel que indica «Ruta de las Ermitas». A partir de este punto circularemos por una estrecha carretera, por la que habrá que conducir con especial precaución en algunos tramos, pero merece la pena por la belleza del paisaje que atraviesa y la recompensa que tendremos al alcanzar nuestro destino.
Primera parada: Losa de la Campa
Poco antes de llegar a Tella, tenemos la oportunidad de visitar el Dolmen de Tella, uno de los monumentos megalíticos más importantes de Aragón, que también es conocido como la «Piedra de Vasar» o «Losa de la Campa». Según ascendemos por la carretera se ve a la izquierda y podemos acercarnos a pie en unos minutos desde la carretera.
Ruta circular por las ermitas de Tella
Cuando lleguemos a Tella, dejaremos el vehículo en una pequeña zona de aparcamiento situada al lado del edificio del Museo del Oso. Desde aquí comenzaremos nuestro paseo a pie por un camino muy bien señalizado en todo momento. Iniciaremos la ruta y caminaremos entre zonas de cultivo, praderas y un denso bosquecillo con impresionantes vistas de las cumbres que nos rodean. En breve llegamos al primer punto de nuestro paseo.
Al salir del bosque aparece ante nuestra vista un enclave espectacular, se trata del Puntón de Tella, en cuya base se encuentra la ermita de San Juan y San Pablo. Está documentada su consagración en el año 1019 por el obispo Borrel de Roda de Isábena, siendo por ello una de las construcciones románicas más antiguas de Aragón.
Retornamos al camino para continuar la ruta hacia nuestra siguiente parada: la ermita de la Virgen de Fajanillas. De su origen románico (siglo XII) solo mantiene el ábside, ya que el resto del edificio es del siglo XVI. Inevitable permanecer en su portón de acceso unos minutos para contemplar el panorama que se presenta ante nosotros. Pero hay que continuar. A nuestra izquierda, subiendo una ladera tenemos nuestro siguiente destino.
La ermita de la Virgen de la Peña es la más ‘moderna’ de las tres ya que data del siglo XVI. Muy sencilla, consta de una sola nave, pero su enclave es una atalaya privilegiada. Las vistas desde aquí son espectaculares y te hacen sentir en la cima del mundo.
Bajamos nuevamente la ladera para retomar la senda y seguir camino hacia Tella, que veremos a la derecha, para finalizar nuestro recorrido.
Ruta miradores de Revilla y Garganta de Escuaín
Como la ruta de las ermitas de Tella es corta y no exige un gran esfuerzo físico, mi propuesta es completar el día con la visita a los miradores de Revilla, haciendo esta ruta en primer lugar.
El recorrido transcurre por la parte superior de la Garganta de Escuaín con una distancia total de 4,5 km. El tiempo estimado para su realización es de poco más de hora y media, sin contar paradas. Hay varios miradores habilitados en todo el recorrido para observar el fondo de la garganta. Con un poco de suerte, paciencia y prismáticos, es posible ver el vuelo de alguno de los quebrantahuesos que habitan en las paredes de la garganta.
El desvío para dirigirnos hacia Revilla y sus miradores está en la misma carretera de subida a Tella. En nuestro ascenso, cuando aún faltan 2 km para llegar a Tella, encontramos el cruce con el desvío a la izquierda en dirección a Lamiana y Revilla. En la última curva antes de llegar a Revilla hay una pequeña zona de aparcamiento, junto a los paneles indicadores de la ruta.
Al finalizar nuestra excursión, volveremos por la misma carretera y propongo hacer parada para comer en el restaurante Lamiana. Después de reponer fuerzas deleitándonos con los riquísimos platos de comida casera con toques de alta cocina, podemos hacer la sobremesa en la fabulosa terraza exterior que tiene el restaurante, con vistas hacia la garganta de Escuaín. Y ya estamos preparados para dirigirnos a Tella y hacer el recorrido descrito más arriba.
Recomendación: hacer reserva en el restaurante antes de subir a Revilla, los fines de semana y en periodos vacacionales puede que no haya sitio disponible, especialmente para dejar el coche.
Con toda seguridad pasarás un día completo en todos los sentidos, del que te llevarás muchos y muy buenos recuerdos de dos lugares poco conocidos y con una gran riqueza paisajística que no te dejará indiferente.
Más info, mapas y ruta descarcable en pdf en la web Rutas Pirineos.
Lo apunto, que bonito hay que ir a verlo 😘😘😘
Te lo recomiendo, es precioso y una excursión de día completo perfecta para hacer con niños.