Existe una creencia generalizada de que la actual bandera de España, popularmente conocida como ‘rojigualda’, ha sido el símbolo inalterable del país a lo largo de la historia. Sin embargo, la bandera española ha experimentado una notable evolución a lo largo de los siglos, reflejando los cambios políticos, sociales y culturales que ha vivido la nación.
Como veremos a continuación, contrariamente a la creencia popular, la rojigualda solo ostentó la condición de bandera oficial estrictamente durante un período de 23 años, antes del régimen franquista. Incluso si se adopta una definición más laxa del término «oficial», el período de vigencia se extiende a un máximo de 84 años, una cifra considerablemente inferior a la imagen de símbolo perenne que se suele proyectar.
La bandera de los borgoñones
Para explicar esta historia, tenemos que remontarnos a la reina Juana, la hija de Isabel y Fernando. Juana se casó en 1496 con el Duque de Borgoña, Felipe “El Hermoso”. Las tropas del Duque llevaban como enseña militar la Cruz de Borgoña. Desde este momento la “Cruz de Borgoña”, o “Aspa de San Andrés”, nunca dejará de estar relacionada con las unidades militares del ejército de tierra español, con distintas variantes del color de fondo.
A partir del Emperador Carlos I, y hasta la llegada de los borbones con Felipe V, la Armada utiliza el “Pabellón naval de Galeones”.
La bandera de la Corona en esa época consistía en aglutinar los estandartes de los diferentes reinos en uno. Esta era, por ejemplo, la bandera usada por Isabel y Fernando:
Aunque para cuestiones específicas se usaban banderas fabricadas para la ocasión. Por ejemplo, Cristóbal Colón describe en su diario cómo era la bandera que usó, y que nada tenía que ver con la de Isabel: «Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro.»1 Por lo que parece debía ser algo así:
Llega Felipe V y con él llegó el lío
Con la llegada de Felipe V (1700) se sustituye el “Pabellón Naval de Galeones” del Emperador Carlos por una bandera típica de los Borbones.
Con el tiempo descubrieron que usar esta bandera era un problema, ya que se confundía con el resto de las banderas de los borbones y con la bandera inglesa de San Jorge, que era blanca con un dragón rojo.
Carlos III decidió que sería buena idea usar otra bandera para la Armada, así que convocó un concurso en 1785 en el que se decidió usar estas dos banderas:
«Para evitar los inconvenientes, y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera nacional, de que usa mi Armada naval, y demas Embarcaciones Españolas, equivocándose á largas distancias, ó con vientos calmosos con las de otras Naciones; he resuelto, que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida á lo largo en tres listas, de las que la alta, y la baxa sean encarnadas, y del ancho cada una de la quarta parte del total, y la de en medio amarilla,…» [sic].2
La de cinco franjas se asignó a la Marina Mercante y fue usada hasta la dictadura de Primo de Rivera (1923), momento en que se pasó a usar la de tres. La de tres franjas se asignó para uso de la Armada y pasó a conocerse como “Bandera de Guerra”. Tenía cierta lógica la elección de los colores ya que es una combinación tradicionalmente muy usada en España:
La historia de un error: El color morado
Felipe IV, por un decreto de 10 de Septiembre de 1634 creó el «Tercio Morado Viejo» (o Tercio de los Morados), llamado así precisamente por llevar el uniforme de color púrpura. Cuando comienza a reinar en España la dinastía Borbón, el Rey Felipe V promulga el Real Decreto de 28 de febrero de 1707 por medio del cual elimina los «Tercios» y les cambia el nombre por «Regimientos».
El Tercio Morado Viejo pasa a ser llamado Regimiento de Infantería de Castilla, aunque el pueblo comienza a llamar a los soldados «los Morados de Castilla» y aquí tenemos el origen del problema. A partir de ese momento, el color morado de los uniformes del Regimiento de Infantería de Castilla pasaría a ser tomado por el color de la bandera castellana, aunque el auténtico color fue siempre el rojo.
La Sociedad de los Caballeros Comuneros, también conocida como Hijos de Padilla, fue una organización masónica creada en España en septiembre de 1821. Entre sus miembros estuvieron liberales como Rafael del Riego, José María Torrijos o Juan Martín «El Empecinado». Los Hijos de Padilla reivindicaban el morado como color de Castilla llevando una banda morada en el pecho.
La confusión se afianza con el tiempo. El 18 de marzo de 1831 la policía entró en el número 6 de la casa 77 de la calle del Águila en Granada, domicilio de doña Mariana Pineda, y allí decomisaron una bandera. En el juicio se determinó que dicha bandera era “señal indubitada del alzamiento que se forjaba” y doña Mariana de Pineda fue condenada a muerte y ejecutada el 26 de mayo de 1831.
No se conoce con certeza la bandera que bordó Mariana Pineda, así que esta es una reconstrucción de cómo pudo ser basada en testimonios de la época. Pero de lo que no cabe duda es de que el color morado se fue convirtiendo en un símbolo cada vez más persistente de resistencia a la monarquía, de manera que se empleaba en diferentes banderas. Con el tiempo fue destacando sobre las demás una de aquellas banderas: la tricolor (rojo, amarillo y morado). Esta fue la empleada desde entonces como la enseña de progresistas, demócratas y republicanos y era la bandera que ondeaba en sus ateneos y casinos.
La reacción monárquica
No parece que a Isabel II le gustara el uso de las banderas tricolores republicanas y reaccionó el 13 de octubre de 1843 estableciendo como bandera oficial de las unidades militares españolas la bandera de la Armada (rojigualda de tres franjas). En aquel momento todavía no es la bandera oficial de España, sencillamente la que antes era la bandera de la Marina de guerra, pasa ahora a ser la bandera de todas las unidades militares: “Las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional, usarán iguales en colores a la bandera de guerra española, y colocados éstos por el mismo orden que lo están en ella.”3
En 1869 una comisión del Ayuntamiento popular de Madrid presentó una proposición a las nuevas Cortes Constituyentes para que adoptase por bandera nacional la tricolor con franjas roja, amarilla y morada, que ya usaban los propios concejales del Ayuntamiento. La propuesta fue rechazada, aunque una vez proclamada la República en 1873 se aceptó la proposición del Ayuntamiento de Madrid y la tricolor ondeó sobre el Congreso de los Diputados
En 1908, reinando Alfonso XII durante el Gobierno de Antonio Maura, es cuando se establece el Real Decreto que dispone que en los días de fiesta nacional ondee en todos los edificios públicos la bandera española, estableciendo como tal la bicolor que ya conocemos.
República y Guerra Civil
Tras el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera y los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, la bandera tricolor pasó a ondear en los ayuntamientos proclives a la República. Éibar fue la primera localidad en izar esta enseña desde su Ayuntamiento el día 13. Luego le siguieron ciudades importantes, como Madrid o Barcelona, con manifestaciones multitudinarias.
El 27 de abril de 1931, con Niceto Alcalá-Zamora como presidente del gobierno provisional, se decretó el cambio de bandera: «estarán formadas por tres bandas horizontales de igual ancho, siendo roja la superior, amarilla la central y morada oscura la inferior. En el centro de la banda amarilla figurará el escudo de España, adoptándose por tal el que figura en el reverso de las monedas de cinco pesetas acuñadas por el Gobierno provisional en 1869 y 1870».4
Durante el golpe de Estado de julio de 1936, la mayoría de las fuerzas militares sublevadas usaron la bandera de la República con el escudo de armas vigente, es decir, la bandera tricolor. Los tradicionalistas y requetés en Navarra comenzaron a usar banderas «rojas y gualdas» y banderas blancas con las aspas rojas (de Borgoña o de San Andrés). El gobierno de la Junta de Defensa Nacional resolvió esta situación estableciendo como oficial la bandera roja y gualda, mediante el decreto de 29 de agosto de 1936, firmado por el general Miguel Cabanellas.
En el decreto original no se hacía referencia a ningún escudo y se emplearon varios, hasta que el 2 de febrero de 1938 quedó formalmente establecido por el decreto nº 470, firmado por el general Franco. El escudo quedó constituido por algunos símbolos utilizados en las armas de los Reyes Católicos como el águila de San Juan, el yugo, el haz de flechas y otros incorporados a este, como las Columnas de Hércules y la divisa ‘Una, Grande y Libre’.
Ya sabemos que con la llegada de la democracia el escudo ha cambiado pero la bandera sigue siendo la misma.
El caso especial de las Cortes de Cádiz
Considero que este es un asunto que no se puede obviar. Lo pongo al final ya que requiere una explicación algo más extensa y haberlo hecho de otro modo habría interferido en el flujo del relato. Durante la guerra de la Independencia se terminaron reduciendo todas las tropas a un sólo batallón, que usaba una bandera oficial consistente en el escudo real sobre la Cruz de Borgoña. Aunque era la bandera oficial, no era utilizada por todas las tropas.
Se ha difundido la idea de que la bicolor fue la bandera de las Cortes de Cádiz durante la guerra de la Independencia, y esto procede del hecho de que se conserva una bandera roja y gualda en buenas condiciones. Esta bandera fue regalada al batallón de la Milicia Nacional de Cabeza de Buey en Badajoz por Diego Muñoz Torrero, diputado en las Cortes de Cádiz y presidente de la comisión redactora de la Constitución de 1812. Quizá el cargo del donante ha hecho creer que, de algún modo, fue bandera oficial o muy usada, pero no es el caso. La existencia y el uso de esta, y alguna otra bandera rojigualda que se conserva, fue anecdótica.
La formación de nuevos batallones y regimientos requería nuevas banderas. A tal fin se usaron algunas antiguas depositadas en iglesias y se crearon otras nuevas, usualmente con motivos sobre fondo blanco, aunque también hubo algunas sobre fondo negro, carmesí y, como hemos visto, rojigualda.
En el “Periodo Constitucional 1821-1823”, tras la sublevación del general Riego, las Cortes ordenaron la sustitución de todas las banderas por un león de bronce que sostenía, con una de sus garras, la Constitución. Parece que difícilmente se puede pensar que las Cortes de Cádiz consideraran oficial cualquier otra bandera de las que se usaban.
La medida de suprimir las banderas en beneficio del león tuvo un alcance muy limitado, ya que en 1824, con la llegada de Fernando VII, se olvidó el león y se abolieron todas las banderas anteriores del ejército para retomar la Cruz de Borgoña con diferentes motivos y fondos en nuevas banderas.
¿Sabías que…?
La vexilología (del latín vexillum, ‘bandera’, y del griego λόγος, logos, ‘conocimiento’) es el estudio de las banderas en su más amplio sentido.
Fuente: Wikipedia
La simbología del escudo de España
Pulsa en la imagen y toca en cada uno de los símbolos que conforman el escudo para conocer su significado.
Excelente. Hay muchas cosas que ignoro pero gracias a tí y tus artículos ya van siendo menos.
Gracias por tu aportación Lola.