Cuando se trata de reciclar, el palimpsesto es un ejemplo bastante significativo. El término hace referencia al documento -generalmente pergamino o vitela- que se ha reutilizado para escribir un texto nuevo, después de haber borrado el anterior. Numerosas investigaciones han probado que esta práctica ha sido habitual desde tiempos remotos.
La entrada correspondiente a palimpsesto en el Diccionario de la Real Academia Española indica: Del lat. palimpsestus, y este del gr. παλίμψηστος palímpsēstos.: Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente.
El Diccionario de Uso del Español de María Moliner, define palimpsesto en su primera acepción como: Tablilla usada antiguamente para escribir en la que podía borrarse lo escrito para escribir de nuevo. Aunque señala que se trata de un ‘significado no usual, acepción rara y no documentada, restringida a un uso cronológico y geográfico determinado‘. Y en su segunda definición: Manuscrito antiguo en que se aprecian huellas de una escritura anterior que fue borrada para escribir la que aparece más perceptible.
Cuando no era posible utilizar materiales más asequibles, como era el caso del papiro -y hasta la invención y uso generalizado del papel- el pergamino y la vitela eran las opciones disponibles. Sin embargo, eran unos materiales escasos y costosos, aunque tenían el valor añadido de una mayor durabilidad. Por este motivo, respondiendo a necesidades económicas, con frecuencia se reutilizaban manuscritos borrando el texto existente para volver a escribir encima.
Pero ese método no era plenamente eficaz y solían quedar restos de la escritura anterior, aunque poco visibles. En el siglo XIX se inició su investigación con diversos métodos químicos para sacar a la luz los textos que había ocultos en esos palimpsestos. Con esas técnicas se descubrieron fragmentos de obras de Homero, Cicerón, Marco Aurelio, y muchos más. Aunque la técnica resultó dañina e incluso destructiva en algún palimpsesto.
Desde el siglo XX se utilizan métodos menos agresivos, consistentes en someter a un palimpsesto a distintos espectros de luz, para poder leer los textos que habían sido borrados sin dañar el documento. Uno de los palimpsestos más famosos posiblemente sea el conocido como Palimpsesto de Arquímedes.
Palimpsesto de Arquímedes
Los trabajos de investigación continúan ahora, con técnicas experimentales, para extraer el texto que aún está oculto bajo las imágenes que se pintaron para acompañar a lo escrito en el siglo XIII.
Otros usos de palimpsesto
El término palimpsesto también se utiliza en arquitectura y arqueología para definir un elemento que se creó con un propósito y posteriormente se reutilizó para otro uso.
Al igual que en el caso de los manuscritos, la escasez de suelo en el caso de las ciudades ha obligado en varios momentos de la historia a reutilizar cimientos y materiales de edificios antiguos para la construcción de nuevas estructuras. Así como la reconversión de edificios enteros para darles un uso completamente diferente.
Esta práctica supone una dificultad añadida en el caso de la arqueología. La mezcla de estratos en los yacimientos, en muchos casos impide la datación de los restos al no poder diferenciar claramente los diferentes niveles de la excavación.
Por último, la expresión palimpsesto alcohólico hace referencia a un episodio de amnesia asociado a la intoxicación etílica. Es lo que se suele denominar también como ‘laguna mental’, un síntoma relacionado con el alcoholismo.