Los libros y la gastronomía son dos de mis aficiones favoritas, ya que la combinación de ambas conducen a muy gratas experiencias. Hay varios libros de recetas en mi biblioteca personal, entre los que no podía faltar el famosísimo “1080 recetas de cocina” y otros posiblemente no tan conocidos como “Ollas, sartenes y fogones del Quijote”, “La cocina de los conventos” y varios más. Pero hay uno que descubrí hace poco, cuando finalmente emprendí la tarea de registrar todos los ejemplares de mi biblioteca en una base de datos digital. Me refiero a “Carmencita o La buena cocinera”.
Este libro de pequeño formato, escrito por doña Eladia M. viuda de Carpinell, contiene una serie de recetas recopiladas para que ‘sirvieran de alguna utilidad’ a su hija, según lo expone en el prólogo de la primera edición publicada en 1899.
Carmencita o La buena cocinera. Manual práctico de cocina española, americana, francesa, etc.
Animada por varias amigas, esas recetas y ‘fórmulas culinarias’ acabaron convirtiéndose en un libro. Según explica en el prólogo, sus amigas consideraban que ‘la claridad de las explicaciones, lo bien combinado de ciertos guisos y el exacto cálculo de las cantidades, hacían dichas fórmulas de aplicación general’.
Años más tarde, el libro fue ‘mejorado y copiosamente aumentado con nuevas recetas’ por su hija Carmen J. Carpinell (‘Carmencita’), que también extendió el título: “Carmencita o La buena cocinera. Manual práctico de cocina española, americana, francesa, etc.” Mi ejemplar es de 1955 y la prueba de su éxito durante el siglo XX es que se trata de la trigésima edición.
A pesar de ser de pequeño formato, en sus 318 páginas recopila numerosas recetas agrupadas en varios bloques. Echemos un vistazo a su índice: Sopas, potajes, carnes, aves y caza, croquetas, lenguas, hígados, riñones, patas y callos de ternera, pescados, bacalaos, arroz, rellenos, verduras, patatas, tortillas, huevos, varios guisos, salsas, ensaladas, frituras, embutidos, conservas, repostería, dulces, helados y licores. Finaliza el libro con cuatro apartados más, que contienen recetas de otro tipo y recomendaciones adicionales: Sobras aprovechadas, menús, recetas útiles y avisos.
Sobras aprovechadas: Es muy útil para las familias de posición modesta, y también para las señoritas, que se acostumbren a la economía doméstica.
Carmencita o La Buena Cocinera
Veamos a continuación algunas de las recetas que podemos encontrar en este recetario (con el enlace a la página correspondiente del ejemplar digitalizado en la BDH): Perdiz en suquet; Arroz jíbaro; Ensalada de novia; Caldo de enfermo. Creo que merece también la pena visitar la sección “Recetas útiles” posiblemente no tanto por la utilidad de esos remedios hoy en día, sino por la curiosidad que me despierta la eficacia de dichos preparados o la seguridad de su aplicación.
Recetas útiles y avisos
Para finalizar, destaco a continuación dos recetas que no están en la edición digitalizada, ya que forman parte de la ampliación posterior y que aparecen en mi ejemplar. Me llaman especialmente la atención algunos de los ingredientes que forman parte de las recetas. Una de ellas es un ‘Elixir para los dientes’, cuyos ingredientes son: Salol, alcohol, esencia de anís estrellado, esencia de geranio, menta y tintura de cochinilla. La otra receta se llama ‘Colcrem’, del inglés Cold cream, crema utilizada en tratamientos de belleza. Sus ingredientes: Aceite de almendras dulces, grasa de ballena, cera virgen y agua de rosas.
Es posible adquirir algún ejemplar de segunda mano de este libro (ediciones más recientes) en algunas librerías en internet, pero también forma parte de los fondos digitalizados de la Biblioteca Digital Hispánica y se puede consultar online y descargar en formato pdf (edición de 1899).
Creo q me vendrá fenomenal como señorita q debe acostumbrarse a la economía doméstica. Nada de espumas ni deconstrucciones.